saltar al contenido principal

Una fiesta de disfraces

Cada libro tiene detrás una historia, a veces es más larga y otras veces más breve. La historia de este álbum es laaaarga, porque Paula Alenda y yo comenzamos a trabajar en él hace mucho tiempo. Nos ha acompañado, apareciendo y desapareciendo de nuestras vidas, a lo largo de varios años, sirviéndonos de excusa para vernos y tomar juntas un té mientras charlábamos de la señora Melitona, pero también de nuestro día a día. Nos ha permitido reflexionar sobre cómo contar historias con imágenes y palabras, y también conocer a gente estupenda como nuestros editores de Degomagom, Octavio y Lorena.

Pero ¿cómo comenzó este proyecto? Pues como empiezan a veces las mejores cosas, jugando.

 class=
Una fiesta de disfraces, ilustración de Paula Alenda, 2022

A Paula le gusta pintar con acuarelas, dejando fluir la imaginación y sus pinceles. Pinta manchas, intuitivamente, y a partir de ellas descubre personajes y escenas. Como quien encuentra formas en las nubes. Mirar cómo lo hace me deja siempre con la boca abierta, con una maravillosa sensación de sorpresa.

Hace unos años, manchando papel, como ella dice, comenzaron a surgir unos pequeños personajes, a mitad camino entre personas diminutas y bichitos del campo, que en seguida demostraron estar muy ocupados en distintas tareas. Vivían, resultó evidente en seguida, en medio de algún tipo de prado, y les gustaba vestirse de un modo mas bien estrafalario.

 class=
Una fiesta de disfraces, ilustración de Paula Alenda, 2022

Una amiga editora, al ver estos personajes, advirtió en seguida que podrían protagonizar una historia. Que ella, y por tanto seguramente también otros lectores, deseaba saber más sobre aquellos bichitos, y pasar un rato en su compañía. Entonces, Paula, que sentía lo mismo, me propuso que escribiese una historia para ellos.

Me encantó la idea, y además me apetecía volver a trabajar con Paula, así que me puse a pensar en esos personajes y en su mundo. Era un mundo alegre, inocente, de pura infancia. Me vinieron a la mente las fiestas de disfraces que celebraba mi madrina, Leonor, en su jardín. Era un lugar muy especial, y nos juntábamos muchos niños y niñas de distintas familias, todos disfrazados. Hacíamos yincanas, merendábamos, vencíamos nuestra vergüenza a tratar con niños desconocidos.

 class=
Una fiesta de disfraces, ilustración de Paula Alenda, 2022

Y así surgió Melitona y su invitación a una merienda muy especial. Todos los habitantes del prado acudirían disfrazados. Cada grupo de su color. Rosa los habitantes de la mata de zarzamora. Rojo los del gran manzano. Azul los de la orilla del río. Amarillo los del pozal abandonado.

La fiesta será un éxito, con los invitados reunidos por colores, hasta que un vendaval lo ponga todo patas arriba. Los disfraces se intercambian, ya nadie sabe quién es quién ni de dónde viene cada uno.

¿Qué harán nuestros pequeños amigos?

 class=
Una fiesta de disfraces, editorial Degomagom, 2022 – interior

A Paula le gustó mucho la historia. Ella también tenía buenos recuerdos de sus propias fiestas de disfraces junto a la piscina, o vistiendo los trajes de indios que su abuela había cosido en su época para sus siete hijos. Se lanzó con entusiasmo a trabajar en cada uno de los grupos de bichos y en sus entornos. Buscar sus colores, tejer pequeñas historias para muchos de ellos, idear sus disfraces, recopilar cuidadosamente todos esos elementos para hacerlos volar en el momento del vendaval… Ahora que el libro es una realidad, sigo encontrando pequeñas historias y detalles que no había visto antes.

Y ese fue el comienzo. Lugo hubo muchas idas y venidas, ideas que se desecharon, formas distintas de presentar las ilustraciones, pero los personajes siempre siguieron ahí, llenos de personalidad y alegría.

 class=
Una fiesta de disfraces, editorial Degomagom, 2022 – interior

Ahora esperamos que el libro pase de mano en mano. Que lo lean los padres con sus hijos y , juntos, observen entre la hierba cómo son estos pequeños seres, qué hacen y qué sienten. Que los lectores vuelvan al cuento ya solos, para pasar un rato en una fiesta en un prado. Que les dé a todos muchas ganas de disfrazarse, preparar pasteles, tocar sus instrumentos. Que miren con menos extrañeza a los niños desconocidos en una fiesta. Que se sienten, con un pincel y acuarelas, y busquen formas en las nubes.

 class=
Mural con ilustraciones realizadas durante el taller “Una fiesta de disfraces” celebrado en Sant Joan d´Alacant en diciembre de 2022
Volver arriba